9/18/2011


Nueva clase, nueva vida

Empezó a pisar las piedras de losa del suelo, tropezó en la escalera y tocó el timbre con forma de flor.
Aún se preguntaba qué demonios estaba haciendo allí, pero Borja realmente la intrigaba y… pensando en el rey de Roma, por la puerta se asoma.
-Al final has venido, eh.
-Curiosidad…
-¿Vamos a la piscina? –dijo el chico quitándose la camiseta.
-¿¡Eh!?
Ya estaba en el agua antes de que Alba pudiese decir no tengo bañador.
-Hay uno en la cocina, es de mi hermana.
-Va-vale…
Se lo puso no muy decidida y fue con él a la enorme masa de agua cristalina rodeada de rocas decorativas.
Estaban cerca, puede que demasiado.
Entonces la mano de Borja bajó demasiado y Alba le pegó una bofetada mientras pensaba ciento tres maneras de partirle la cara; por ejemplo con un hacha, simple pero eficaz.

En la misma ciudad, una ‘’pareja’’ se escribía ‘’modernamente’’.
Web cam actived.
-¡No llores!
-Pero es que estoy viendo Titanic y es muy bonito…
-L
-¿La vas a ver?
-No creo xD
-Jo…
-Me tengo que ir, ¿bajas?
-Sip, a los mari, ¿tú?
-Allí a las 6, tQ.

~~ ~

-¡¿A ti qué coño te pasa imbécil?!
-Che boluda no te enojes.
-Pedazo de guarro, me voy.
-¡Espera!
Estaban otra vez demasiado cerca, por la cara de Alba caían gotas y no eran de agua de piscina, sudaba y temblaba, sudaba y temblaba, y acabó besando.
Pensó que vería unicornios, arcoíris y cosas rosas, pero simplemente no veía nada, podía pensar en nada y aquello, creyó, era algo como el nirvana. Pero en unos segundos, largos pero cortos, se acabó y sólo quería más, y más, y más…
-Eh, eh, para un poco, ¿no?
-Yo no …pues eso, que me voy.
Acababa de dar su primer beso a un chico al que había seguido hasta su casa y al que apenas conocía de una conversación por ordenador, ¿estaba loca, era amor a primera vista…? Se vistió y se marchó a hacerse preguntas a otra parte.
Llenó la bañera y entró a olvidarse de todo lo demás pero, como siempre, consiguió lo contrario.
¿Por qué le gustaba? Si es que le gustaba…
Un idiota, pervertido, guapo, majo (por lo que sabía y, más bien, imaginaba).

~~~

Al coger la plancha, se quemó el dedo y empezó a consolarse pensando en lo bien que le quedaría el pelo para su repollo verde.
Iban a ir a los mari, como todos los días, y no podía permitirse ni un solo cabello encrespado, así que se pasó dos horas plancha que te plancha pelo a pelo.
-¡Ding-dong!
-¿Sí?
-¡Bajaaaa!
-Vooooooy.
Empezó a bajar las escaleras con la mano en el flequillo (poca protección para no despeinarse era poca) y la panda de amigas, menos Alba, puso rumbo a su destino.
-¿Estará Francisco o se habrá roto un pie?
-Joder Paola, qué optimista eres –reprendió Lara.
-No ya –irrumpió la recién llegada Alba.
Rieron y siguieron andando.
-¡Hola Paola!
Se acopló la trenca de Cartagena, apodada Mush.
Paola y Cartagena se fueron quedando atrás mientras el resto salía corriendo ‘’disimuladísimamente’’.
-Joder qué puta plasta –dejó caer Helen.
-No ya –repite Alba.
-¿Te dio por los ‘’no yas’’? Jaja –dijo Inés.
-Bo.
Pronto se fue Mush, y Paola y Lara empezaron a sonreír, ahí venía el trío de la pose cani.
Se unieron los grupos y se saludaron y bla bla bla, pero Alba no veía a Áxel, un amigo del trío con el que había jugado al fútbol en una ocasión y del que no se había olvidado.
Jugaron al fútbol, hablaron, algunos gritaron, otros se sentaron, y pasó otra tarde como las demás.

~~~

Aún no se lo creía; tenía hecha la reserva y ahora sus padres le metían al instituto privado de la ciudad por suspender Inglés.
Todos sus compañeros, en especial una chica, se iban a ir alejando, lo tenía claro.

~~~

No andaban, corrían muy nerviosas a mirar las listas de 2º.
Helen e Inés saltaban juntas, Lara, Muffy, Paola y Alba también iban juntas.
Todo muy bonito, pero Alba no veía el nombre de Álvaro, en su lugar, veía el de Borja.
-No está… no puede ser, no me dijo nada de nada.
-Tranquila Alba, llámale y averigua qué pasa –sugiere Paola.
Pero Alba está demasiado confusa y se marcha a casa. Allí empieza a discutir por tuenti…

Alba: a ti q te pasa q no m dices nada??
Álvaro: me lo dijeron hoy… estoy demasiao mal, joder
Alba: podrias haberme llamado o algo, pero no, tengo q empanarme leyendo todas las listas-.-
Álvaro: y pq? dejame en paz
Alba: si es lo q quieres, lo hare
Álvaro: mira, ya hablaremos, dew

Sigue mirando la tele, Barça B 2-2 Deportivo. De no haber discutido sobre aquello, ahora lo estarían haciendo sobre el partido, pero sin seriedades. ¿Es que no entendía que estaba demasiado deprimido para ponerse a discutir?
Se fue a dormir, mañana lo arreglarían, estaba seguro… casi.

~~~

¿Por qué era tan borde? Ya está, ni amigos ni leches, a él le daba igual ella. Pero a ella él no, así que mantuvo la esperanza de arreglarlo… algún día.

4/21/2011

Amistades

Pepito_grillo@hotmail.es quiere ser tu amigo.
¿Quién será? Lo acepta. Cinco minutos después, se conecta.
-Hola.
-Hola. ¿Quién eres?
-Pues… ¿sueles espiar a mucha gente?
-Ah ya…
-Bueno, me llamo Borja, ¿tú?
-Alba.
-Encantado.
-Igualmente.
Unos minutos de silencio. El chico empieza a escribir.
-Y… ¿dónde vives?
-No serás un pederasta, ¿no?
-Bo, lo serías tú en todo caso.
-Bueeeno… lo siento, la curiosidad me venció.
-Ya lo veo…
-…
-Bueno, ¿y te gusta mi casa?
-Está bien.
-¿Te gustaría verla por dentro?
-¿Yo sola? Ni en broma.
-Pues trae a alguien.
-Hum… me lo pensaré.
-Bueno, te dejo, ya hablaremos. Besos.
-Adiós.
Pepito ha cerrado sesión.
Con que Borja…
No puede engañarse, ese chico tiene algo que la intriga y quiere conocerle. Decidido. Irá a su casa, cuando se conecte se lo dirá.
-Riiiing.
-¿Sí?
-Alba, baja.
-Voy.
Se calza sus converse y baja corriendo por las escaleras. Se pegan por los coches amarillos el resto del camino y, cuando llegan a la plaza, Paola casi se pone a saltar de alegría. Allí está su castorcito querido, tan ‘’siniestro’’ como siempre, aunque ella no lo ve con esos ojos.
Empiezan a jugar al fútbol. Paola se cansa y se sienta en un banco. Francisco va con ella. Empiezan a hablar, se ríen y se divierten mucho juntos, pero no se conocen como creen. Él le da una carta, le dice que la lea en su casa. Ella obedece y guarda el decorado papelito en el bolsillo.
Pronto se van a casa. Abre el papel.
‘’ Bueno, lo que tengo que confesarte no es fácil y a la cara me da vergüenza, así que te lo escribo. Me gustas mucho, y quiero pedirte que salgas conmigo, contéstame por favor.
Un beso.’’
Sonríe. Sabe el por qué. A ella también le gusta él y se pone manos a la obra para contestarle.
Mientras, en la habitación de Alba suena Who says, de Selena Gómez.
-Who says? Who says you are not perfect? –canta la chica, pensando en su amor imposible por la zanahoria jugadora de baloncesto a la que tanto quiere.
Nadie sabe cómo van a cambiar las cosas gracias a un nuevo personaje bastante curioso.


Estudios

Está aún a mitad de camino, vive algo lejos. ¡No puede ser! No se cree lo que está viendo… ¡es aquel chico!
Le observa. Decide seguirle, así puede descubrir dónde vive. Llama a sus amigas y les dice que se retrasará, que luego les explica el por qué.
Está cansada, han andado un buen trecho. Va a coger un autobús. Duda si subir, pero la curiosidad acaba convenciéndola. La curiosidad mató al gato.
Llegan a un chalet. Es algo precioso, hasta tiene piscina.
Él saca unas llaves y abre la puerta. ¿Vive ahí? ¡Increíble!
Mierda, piensa. Ha dejado el móvil en silencio, para que el chico no la pillara si la llamaban, y, en efecto, la han llamado. Diez llamadas perdidas de Álvaro. Facepalm.
Se va a casa de sus amigas. Allí llama a Álvaro bajo la atenta mirada de sus amigas cotillas.
Se disculpa por no haberle contestado y de repente, al colgar, recibe otra llamada.
-Álvaro, ¿para qué vuelves a llamar?
-No soy Álvaro.
-¿Quién eres?
-Al que seguiste…
Un incómodo silencio.
Cuelga. Está avergonzada, no se puede creer que la haya pillado.
-Bueno, ya me voy.
-¡Pero si casi no hemos estudiado! –exclaman las demás.
-Lo sé… pero es tarde, adiós.
Lo cierto es que han estado interrogándola casi toda la tarde. Ahora tienen dos opciones: no dormir o suspender.
-¡Crash!
-¡Mierda!
Esta vez lo ha roto. Aunque el pobre estaba en las últimas, menos mal que ha sonado.
Examen. No se sabe nada. ¿Igualdades notables? Eso le suena, igual con esa parte y las divisiones, aprueba.
-¿Bajáis? –pregunta Helen.
-Sí.
-Sí.
-Sí.
-Wi.
-Chachi pirulongui. Sino os rajaba con una cuchara –dice Lara, tan graciosa como siempre.
Francisco las escucha.
-Eh, Victorino, Osmar, ¿bajamos hoy a los Mari?
-Vale –dice Osmar con el culo en pompa.
-Vale –dice Victorino con su tollface.
-Eh, Osmar, no salgas volando con las demás pompas de jabón –le dice Muffy.
-Y tú no ruedes con los demás barriles de San Miguel.
-Bo… -dice pegándole una colleja.
-Para pelota hinchada.
-Y tú qué, ¡bote de harina!
-Fue a hablar la cara de baguete.
-Bo mira lo dejo, me caes mal.
-Huy cuanto me importa.
-Agg eres odioso.
-Tú más.
Discutían mucho, nadie se esperaba lo que entre ellos pasará.
Accidente

-¿¡Qué es eso!? –grita Osmar-.
-¡¡Joder!! –gritan los demás-.
Un coche queda partido en dos. Un camión en sentido contrario lo ha atravesado, pero este sigue sin frenos y los chicos salen corriendo y no les pasa nada por los pelos. Enseguida llaman a la ambulancia. Lara habla tartamudeando y le entienden a duras penas. Pronto llega la ambulancia, pero de todas formas piden ayuda a algunos adultos. No llegan a ver a las víctimas, así que deciden ir en la ambulancia.
Nunca se lo habrían esperado, no podía ser… ¿Quién iba a pensarlo? Alba conocía a aquel chico, de algo le sonaba. Hace tiempo, mucho que le había conocido, estaba completamente segura, pero no se acordaba.
-¿Está bien? –pregunta la chica, que se queda en el hospital después de llamar a sus padres, y después de que sus amigos se vayan-.
-Pues… dentro de su gravedad, se encuentra estable, pero el familiar que le acompañaba, ya no tanto.
Se va. Está muy preocupada pero no sabe por qué.
Mientras, Paola y Francisco conversan por tuenti, ya que a la cara no se atreven mucho. Suspiran, cada uno en su habitación, pensando en el otro. Se quieren, pero no tienen huevos ni ovarios para decírselo el uno al otro y así se quedan, hablando como amigos cuando otra cosa mejor podían ser…
Y al mismo tiempo, Lara se ríe con las idioteces de su querido repollito, y él escribe en el ordenador con su trollface de viciado. Qué suerte esos dos, se entienden y no como los otros, que menudos líos.
Se mete en el MSN como desconectada, sólo va a mirar si él está, sólo esa persona puede calmarla un poco.
Álvaro inicia sesión.
-Hola, ¿sigues viciado al juego? Tienes que pasármelo.
-Pues ya no, es que lo acabé.
-Jo, ¿y aún no sabes cómo se llama?
-No.
-Qué pena…
-Bueno, sólo es un juego.
-Sí pero…
-En fin… ¿y cómo estás?
-Pues mejor.
-¿Y para qué fuiste al hospital?
-Es que ese chico me suena de algo.
-Ah. ¿Un amigo?
-Sí, supongo, pero de hace tiempo, no sé por qué pero no me acuerdo.
-Ah.
-¿Y tú que tal?
-Aburrido.
-Juega a la DS.
-Na, no hay más juegos buenos.
-Pues no sé…
-Me voy. Chau
-Adiós. Un beso.
-Álvaro ha cerrado sesión en MSN.
¿Cuántas veces ha visto ese mensaje? Nunca conversan largo y tendido. Le encantaría poder decirle todo lo que siente, pero ella teme malas consecuencias y no quiere perder su amistad….
¡Qué tonto es! No se atreve a decirle nada… sólo él sabe cuáles son sus sentimientos, ni siquiera sus amigos lo saben. No se fía mucho. Pero sabe que debe decírselo a Alba, tarde o temprano lo sabrá.
Se va a casa de Paola, van a ir a hacer los deberes, aunque lo que no saben es que no van a tocar los libros.

Diversión

Llegan a la plazoleta. No hay balón. A pasear. Mientras Alba y Álvaro charlan, Francisco no para de mirar a Paola y ella se da cuenta, tiene ojos en la cara, no pelotas.
-Me aburro –comenta éste-.
-No eres el único –dicen Helen e Inés-.
-Pff… ¿y si vamos hasta el paseo marítimo? –sugiere Álvaro-.
-Venga, pero voy a por un bañador que con el calor que hace –responde Alba-.
-Y yo –contestan Lara, Paola, Inés y Helen al unísono-.
Se vuelven a reunir a las 4, después de comer.
En el móvil de Alba suena Baby, de Justin Bieber. Lara se tapa los oídos y empieza a chillar.
-¡¡¡Qué asco saca esa shit!!!
-Oye con mi Justin no te metas –replica Paola-.
-Eh, que es mío –contesta Alba-.
-Mitad para cada una –dice Inés-.
Ponen rumbo hacia la playa y llegan en media hora.
Alba y Paola conversan.
-¿Debo rendirme?
-Alba, ¿a qué te refieres?
-Nada, déjalo.
Alba se aleja a pasear sola mientras lo piensa. ¿Debe rendirse, olvidarle, dejarle marchar? ¿O debe luchar y decirle lo que siente? Está confusa y no es la única.
¿Le gusta? ¿O esas no son indirectas? Le mira. Se emboba con sus ojos azules y él la pilla. Mantienen la mirada. Pero se cansan y Francisco se acerca a ella.
-Hey, ¿y tú aquí sola?
-Pues no sé, me apetece contar la arena.
-Qué divertido.
-¿Verdad?
Se ríen.
-Bueno, ¿vienes a jugar?
-¿A qué?
-Ni idea.
La coge de la mano y se dirigen junto a los demás.
Fútbol, cómo no. Bajo ese calor abrasador pronto se cansaron y decidieron ir al agua. Pero Álvaro pregunta por Alba, y sale a buscarla.
Pronto la encuentra sentada en unas rocas, parece pensativa mirando hacia lo lejos…. ¿está llorando?
-¿Estás bien?
-Eh, sí, más o menos… -dice secándose con un pañuelo-.
-Tengo ojos, no pelotas de ping-pong.
-Fijo.
-Fijísimo.
-Fijisísimo.
-Superfijisísimo.
-¡Qué cansino eres a veces!
-Lo sé, lo sé.
Vuelven con los demás y se dan un chapuzón con olas estupendas pero con el agua bastante fría.
Pronto vuelven a casa. Francisco y Paola bastante arrimaditos. Lara y Vicky dándose arrumacos y Álvaro y Alba conversando y Helen e Inés también. Osmar forever alone, aunque lo acompaña su fiel consola.
Tarde rara

-Oye… ¿tú pensaste alguna vez en tener novio?
-¿Yo? Pues… sí. ¿Tú?
-Yo no soy gay, pero me gusta una chica.
-Y a mí un chico…
-¿Quién? Es Victorino, ¿verdad?
-¡¡¡No!!!
-¿Osmar?
-Tampoco.
Se pasaron todo el camino hasta que llegaron a su casa y subieron en el ascensor.
-¿Yo?
-Sí…
Paola se pone roja, y él mucho más. Entran a la casa y van a su habitación.
-El móvil estaba por aquí…  Oh mierda, creo que se me cayó, estará por la cama, ayúdame porfa.
-Vale.
Se ponen de rodillas en la cama y buscan el móvil bajo las sábanas… pero sus caras se encuentran y se sonrojan aún más. Sus labios se acercan, y se funden en un beso. Después, Paola sale corriendo avergonzada y vuelve a la plazoleta. Él sigue buscando su móvil, sin parar de sonreír.
Llega a la plaza y, mientras juegan, les cuenta lo ocurrido a sus amigas, y Alba también cuenta lo suyo. Pero no menciona al chico del yorkshire.
Siguen jugando y al rato llega Francisco. Acaban la tarde con un 24-22, con una victoria grandiosa de las chicas.
Fiesta pijama. Es una gran ocasión, el Carnaval, y van a casa de Alba a celebrarlo.
Abren el ordenador en la terraza y deciden hacer otro tuenti para reírse un rato.
-¿Qué nombre usamos? –pregunta Alba-.
-Pues… ¿qué tal Pepa? -propone Inés.
-Vale.
Nombre: Pepa De la Rosa Álvarez.
-Jaja. ¿A quién agregamos? –pregunta divertida Paola.
-¿A tu novio? –le contestan-.
-Bo jaja. ¿Y qué tal al tuyo, eh Lara?
-Ni de coña.
-Venga va –dice Alba-.
-Mejor lo dejamos, que me da palo –dijo Inés-.
Y así decidieron usar un tuenti de los suyos y empezaron a hablar con Álvaro.
Pronto se cansaron, porque él se había dado cuenta que lo que pretendían y se había ido, no le apetecían puteos. Ya le llegaba con aguantarse y mentirle a Alba, porque a él en realidad le gustaba ella, mas tenía demasiado miedo de decírselo.
-Bueno, yo me voy a dormir –dice Alba-.
-Vale, yo me quedo un rato a ver si se conecta Francisco –dice Paola-.
-Yo me voy, ¿Lara tu también te quedas? –pregunta Inés-.
-Na, estoy cansada y se ve que Vicky no se conectará.
-Bueno, a ver si yo tengo suerte, buenas noches.
-Hasta mañana.
-Buenas noches.
-Good night.
Se queda sola en la terraza, y, después de media hora de espera, Francisco inicia sesión.
-¡Hola!
-Hola. Oye respecto a lo que pasó… ¿se supone que estamos saliendo?
-Supongo que sí.
-Bien.
-Jeje.
-Bueno, ya me tengo que ir.
-Jo, ¿tan pronto?
-Sí, estoy a escondidas y mi madre está apunto de llegar.
-Ah vale, adiós tQ.
-Chau tQ.
Francisco ha cerrado sesión en MSN.
Se siente feliz, por primera vez en mucho tiempo. Las cosas le están saliendo bien. Se va a dormir. ¡Cómo ronca Lara!
-¡Buenos días dormilona! –gritan Alba, Paola e Inés-.
-¿Buenos? ¡Pero si aún son las nueve! –se queja Lara-.
-Pues mira por la ventana, mona –le dice Paola-.
-¿Qué pasa?
-Ya lo verás, tienes un morro… -dice Alba-.
-Oh, no puede ser… ¡Hola Vicky!
-¡Hola Juan!
-Bo.
-¿Bajas?
-Sí, vamos ahora.
-Vale.
Se visten, se peinan, y Lara se repeina y se requeterrepeina para su repollito.


4/03/2011

Lo gracioso de la vida

El buzón vacío, el ascensor en el octavo. Decide ir por las escaleras y en el tercer piso se cae de cabeza y se estampa contra una puerta.
-¿Estás bien?
-Sí. ¡¿Pero bueno Álvaro que haces tú aquí?!
-Pues… eh, esto mi tía que vive aquí.
-¿Ah sí?  ¿Cómo se llama?
-Eh… no lo sé, nunca la he visto, la voy a conocer.
-¿Sabrás el piso no?
-Claro, es… eh… el décimo.
-Sólo hay hasta el octavo.
-Pues octavo, eso, es que me lío con los números.
-¡Pero si tienes un nueve en Mate!
-Ya… bueno, chau.
-Espera, te acompaño.
-No, mejor voy solo es que…
-¿Qué? Me parece que tu tía no vive aquí, ¿verdad?
-La verdad, no.
-Y entonces, ¿qué haces aquí…?
-Ahora… no te lo puedo decir –dice el chico, sonrojado, mientras se va corriendo por las escaleras-.
La chica se queda pensativa, y se frota el chichón que tiene. Está muy, muy colorada.
-Hola, ¿hay alguien en casa?
 No hay respuesta. Va a la cocina y se encuentra una nota:
‘’Hemos ido al hospital, a ver a tu tío, Belén está en casa de su amiga, prepárate algo de comer. Un beso’’.
Suspira, aún está roja por lo que acaba de pasar, así que decide hacerse una ensalada y tomarla en la terraza. Ve al chico, al de por la mañana. Tiene un perro, o perra, vaya, un Yorkshire, qué lindo. Además tiene un chichito, ¡qué cucada! Sonríe, le dan ganas de gritarle y preguntarle su nombre. En lugar de eso, baja corriendo a la calle pero, cuando llega, no lo encuentra y vuelve a casa decepcionada. Termina de comer y enciende su portátil querido. No hay nadie. Espera un rato, enchufa los cascos y empieza a ver El diario de Noah. Acaba llorando y va al baño a lavarse la cara antes de que lleguen sus padres. Cuando va a cerrar el ordenador, ve un anuncio de una colonia: Sweet no sé qué. El envoltorio es naranja, se acuerda de él…
Llama a la pandi, quedan a las cinco en los Marineros para jugar al fútbol.
Aún son las cuatro, se aburre y empieza a dibujar. No sabe qué pintar… ¿una zanahoria? Qué obsesionada está… pero… ¿para qué la habría seguido?
Cuatro y media. Decide llamarlo para ver si baja.
-¿Sí?
-Hola, soy Alba, ¿puedes venirte hoy a los Marineros a jugar al fútbol?
-Sí, ¿pero a qué hora?
-A las cinco.
-¿Me timbras?
-Claro. Hasta luego.
Por fin, las cinco. Sale y lo timbra. Increíble, en dos segundos ya está abajo. Van a los Marineros, envueltos en un incómodo silencio. Bastante juntitos, hasta parecen una pareja.
-¡Por fin llegáis! -les gritan-.
-Venga va, ¿los equipos cuáles son? -pregunta Alba-.
-Chicos contra chicas –le dicen-.
Decepcionada, se va a la portería. Bueno, se alegra pensando en que puede tocarle defender y estar con él.
Seis. Llegan allí Francisco y los gemelos Osmar y Victorino, todos en plan cani.
-Qué, ¿sois chonis o nacisteis muy estirados? –bromea Lara-.
-Ja-ja –le contesta su ‘’amorcito’’ Victorino-.
Van 12-12 y deciden hacer un descanso. Francisco tiene que ir a su casa y le dice a Paola que lo acompañe, y ella acepta encantada.
Cosas inesperadas

-Pi-pi, pi-pi, pi-pi.
-Uf.

Se levanta a duras penas y busca su cara de zombie en el espejo. Se echa crema para esconder sus ojeras y resaltar su iris verde. Se plancha su alborotada melena castaña y coge el primer conjunto que ve.
Sale corriendo, llega tarde otra vez.
-¡Lo siento!
-¡Mis libros! ¡No puede ser!
-Lo siento de veras… -se disculpa la chica-.
-Bueno, no pasa nada, yo…

Sus miradas se cruzan. Ella se pierde en sus preciosos ojos grises y él en los de ella. ¿Minutos, segundos, horas? No sabe cuánto pasa, hasta que el chico mira el reloj y se despide de ella, dándole antes un pequeño papelito. Alba tarda un rato en reaccionar, pero se da cuenta de que tiene instituto, esta vez no llega a Matemáticas…
-Señorita Fernández.
-Siento el retraso, profesor.
-¡Pero si ha llegado temprano!
-¿Ah sí?
-Pues sí, en fin vaya tomando asiento y repase la lección mientras llegan sus compañeros.

Casi se mata por culpa de la silla de Ramón, lo maldice y se toma un chicle mientras entra por la puerta su amiga Paola. Álgebra, un muermazo de no ser porque delante de ella está su querido Álvaro, con su pelo de zanahoria y sus ojos raros pero encantadores. No se entera de nada, para ella sólo existe él y, aunque no lo sepa, para él ella.
Soñando despierta se le pasa la hora volando y en el intercambio se acerca a él con la escusa de siempre; los deberes.
Él se los escribe, bastante nervioso, algo que la chica nota y por lo que se preocupa. Entonces llega el siguiente profesor y les dice que tienen que bajar de 5 en 5 para una prueba de lectura en secretaría.
Primero van Pablo, Francisco, Paola, Álvaro y Alba. Llegan y Álvaro se pone a putear a Alba con el libro de Crepúsculo que ha leído, Francisco bromea sobre ellos con Iris y Pablo se queda forever alone en una esquina, el marginado de la clase.
Después va yendo el resto de la clase: Lara, Victorino, Rubén, Inés, Helen, Alejandro…
En el recreo es día de Carnavales y todos menos Álvaro de disfrazan o se adornan con algo. La burbuja de Paola, Alba, Lara, Inés y Helen llevan unas graciosas antenitas doradas, y Álvaro y Francisco se divierten golpeándoselas.
-¡Parad ya, anda! –se queja Alba-.
-Eso, pesados… -dice Iris-.
-Bo qué más os da, no haberos vestido de abejas jaja – se descojona Francisquito-.
Las siguientes horas pasan rápido dejando purpurina por donde pasan las antenas. A la salida van a jugar a la Wii a casa de Lara y se van a comer a casa, pero alguien demás va por la misma calle que Alba…

3/30/2011

La soledad no es la mejor compañía

 

En la playa, sentada en su toalla, con una preciosa puesta de sol, estaba Alba como cada sábado... sola.
Ocho, hora de irse.
Llega a las nueve, y se pone a cenar. Después acaba y se tumba en su cama, con el móvil en la mano y ridículas ilusiones en el corazón.
De repente suena en la televisión una canción que parece escrita para ella .
-Cuándo me llamará, ¿cuándo lo hará?
-¡Belén cállate!
-¡Si me da la gana!
-Qué pesada eres...
-Más que tú no.

Se levanta a cerrar la puerta y enciende el ordenador. Nuevo correo. ¿Será él? No, es publicidad. Maldito Badoo, piensa. Al minuto, sonríe, ¿la causa? Él.
-Hola
-¡Hola!
-Por fin te pillo conectada, eh.
-Lo mismo digo.
-Jeje, es que últimamente estoy muy viciado a la DS.
-¿A qué juego?
-Pues... no sé el nombre, pero va de un chico que busca a su princesa, está enamorado de ella y ha desaparecido -miente el chico-.
-Hum... ¿No será alguno de Mario?
-No, pero es algo parecido.
-Ah vale.
-En fin, tengo que irme, la literatura me llama.
-Jaja, no la hagas esperar, hasta luego.
-Nos vemos.
-Álvaro ha cerrado sesión en MSN.

Sólo eran un par de amigos, de hecho ella sabía que a él le gustaba otra. Sin embargo eso no le hacía olvidar sus sentimientos hacia el chico. Lo había intentado de todas las maneras posibles, pero su amor no correspondido era demasiado fuerte como para olvidarlo así como así.
A dormir. Se va a las diez, su nuevo récord.